domingo, 23 de marzo de 2014

SÍNTESIS. Una gran aportación del AT: El Dios dador de vida.



En primer lugar, el AT abrió para la humanidad un nuevo horizonte religioso. En medio de un politeísmo multiforme, estableció la idea de un Dios único, creador de todo lo existente. Apunta aquí una idea liberadora: la desacralización de la creación que no está penetrada de elementos divinos o suprahumanos, favorables o amenazadores, que paralizaban la actividad del hombre. Gracia a la unicidad de Dios y su distinción de lo creado, el hombre puede relacionarse serenamente con el mundo que lo rodea; de un «mundo hechizado» pasa a un «mundo hermano». 

La idea del Dios creador, que lo hace todo bueno y encarga al hombre una tarea en el mundo (Gn 1,28.31), es la del Dios dador de vida y comprometido en la historia humana, que continuará en toda la historia de Israel como el Dios liberador de Egipto, dador de libertad, autor de la alianza, promotor de igualdad, fundador del pueblo, defensor del pobre y del desvalido, salvador de los hombres. Esta línea quedara claramente subrayada por la predicación profética y ncuentra. su continuidad en la predicación de Juan Bautista y en la actividad de Jesús. 

La idea del Dios creador y dador de vida encuentra con Jesús una superación. Dios no es ya solamente Creador, sino «Padre»; es decir, no sólo da vida, sino que comunica al hombre su propia vida.

No hay comentarios:

Publicar un comentario